lunes, 27 de abril de 2015

CORRECCIÓN: Adaptación ``La princesa y los siete bandoleros´´

La princesa Lía y los 7 leñadores

Había una vez en un reino encantado, una princesita de lindos ojos y largos cabellos llamada Lía que vivía en Palacio junto a su padre el rey Leonard y su reciente Madrasta Briseida.

Para el rey, su hija era la niña de sus ojos. Y es que desde que murió su madre, lo habían compartido todo, eran inseparables y eso era algo que Briseida la nueva esposa del rey no podía soportar.

Ella quería toda la atención del rey y estaba harta de tener que compartir su amor con Lía. Un día cargada de celos fue a buscar a su sirviente más fiel ya que sabía que cualquier cosa que le pidiera éste lo iba a cumplir.

- Toc toc- Sonó a la puerta

- ¿Quién es?- Contestó el sirviente

- Hola Irvin, siento interrumpirte pero ¡Necesito tu ayuda ahora mismo! Quiero que te lleves a la princesa al lugar más lejano que exista y te deshagas de ella!

- Si mi señora, lo haré lo antes que pueda.

- ¡Perfecto! Serás bien recompensado- Se dio la vuelta y se marchó.

Llegado el momento, Irvin fue a buscar a la princesa. Éste la dijo que tenía un precioso caballo blanco esperándola fuera del reino y que era necesario que ella misma lo probara y lo viera antes de llevárselo.

Lía muy contenta aceptó sin dudarlo, y cuando llegaron donde supuestamente estaba el caballo, el sirviente le confesó sus verdaderas intenciones. No era capaz de hacer lo que la madrastra le había encargado ya que Irvin había visto crecer a aquella encantadora niña y hacer tal cosa no se lo hubiera perdonado jamás, así que advirtió a Lía de los planes de Briseida y la dijo de huir lo más lejos posible.

- Gracias querido amigo, no lo olvidaré jamás- Y derramando una lágrima se marchó corriendo.

Después de mucho correr por aquel tenebroso bosque donde Irvin la había dejado, encontró un montón de madera que más o menos parecía cómoda para apoyarse y descansar. Pasaron las horas y Lía comenzó a sentir algo extraño que la hizo despertar.

- AAAAHH!- Gritó Lía, ¿Quién eres tú?

- No no no perdona… ¿Quién eres tú? No me suena haberte visto por estos bosques.

- Yo soy… - y por miedo a desvelar su verdadera identidad contestó: Clara, una pobre campesina que acaba de perder a su familia por culpa de un incendio, ahora me encuentro sola y no sé a dónde ir… por favor no me hagas daño- Contestó temblorosa

- Vale vale tranquila, si es así puedes confiar en mí. ¡Has ido a parar con el más valiente del lugar! Me llamo Damián y yo junto a mis 6 hermanos vagamos por los bosques recogiendo leña para sobrevivir y comerciar. Puedes acompañarnos si quieres- Y acercándola su mano la levantó de aquel montón de madera.

La princesa suspiró con gran alivio puesto que gracias a su aspecto desaliñado no la había reconocido. Aquel apuesto leñador no sólo la había animado a acompañarle en la aventura sino que había despertado en ella una gran curiosidad. Nunca antes había sentido una cosa igual.

Después de este encuentro, Damián llevó a la princesa a que conociera a sus hermanos. Estos le estaban esperando en la cabaña donde vivían. Cuando vieron a su hermano aparecer con aquella dama no se lo podían creer y rápidamente aunque con mucha timidez se presentaron:

- Somos: Alberto, Josué, Fernando, Luis, Clarís y Bretón; y si eres amiga de nuestro hermano mayor también lo eres de nosotros.

- Muchas gracias de veras, encantada de conoceros- Respondió Lía.

- Eso sí- Interrumpió Damián, si quieres refugiarte con nosotros tendrás que aprender nuestro oficio y ayudar.

Y así fue, Lía ahora conocida como Clara tuvo que aprender las difíciles tareas que desempeñaban los leñadores: Cortar árboles, transportar troncos, tallar madera… algo que nunca hubiera imaginado hacer pero que con el tiempo no hacía nada mal.

Fueron pasando los meses incluso los años y Lía ya no era aquella delicada princesa a la que le hacían todo. Ahora era capaz de valerse por sí misma y afrontar los retos con valentía. Además su amistad con Damián ya no era sólo eso y todos los hermanos sabían que entre ellos había surgido el amor.

Un día pasó lo que nunca antes hubieran imaginado. Damián y dos hermanos más habían salido a recolectar leña pero sólo uno de ellos (Josué) había regresado. La corte del rey había apresado a Damián y a su hermano creyendo que estaban robando en una aldea cercana y por ello iban a ser encarcelados.

Lía al enterarse no se pudo contener y recogió sus cosas para ir en busca de su amado Damián y su querido hermano.

-¡Vamos hermanos, tenemos que rescatarles! Ellos nunca harían tal cosa.

-¡Si tienes razón!, ¡Nos necesitan!- Gritaron los demás.

Cuando llegaron a palacio los soldados les bloquearon la entrada pero Lía que conocía perfectamente el castillo los condujo por un pasadizo que les llevó hasta el salón principal donde se encontraba el rey.

-¡Padre soy yo!- Gritó Lía

El rey perplejo no podía creer que fuera su hija ya que éste la daba por muerta. La princesa se acercó y le enseñó una mancha de nacimiento que sólo su padre sabía que tenía. Al ver esto se echó a llorar en sus brazos. Lía se limpió la cara se arregló y explicó a los hermanos que había ocultado su identidad por miedo a ponerles en peligro.

Además la princesa confesó a su padre los planes de la madrastra y que además tenía arrestados al amor de su vida y a otro de los hermanos que todos estos años la habían cuidado y enseñado todo lo que ahora sabía.

El rey que no daba crédito confió en la palabra de su hija y liberó a los hermanos pero además mandó encarcelar en la montaña más alta a la madrastra.

Los hermanos muy contentos y desconcertados por saber que habían convivido con una princesa, la abrazaron entre lágrimas. Ellos fueron recompensados y pasaron a trabajar para el rey. Además Lía y Damián se casaron y empezaron una nueva y bonita aventura juntos.

FIN

Mi adaptación está destinada para niños de entre 5 y 6 años.

En la historia la protagonista se ve envuelta en una aventura que la obliga a superarse y a ser valiente. Los niños pueden sentirla como una superheroina que hace frente a las dificultades y que es capaz de todo lo que se propone. Aprende cosas nuevas y deja de lado su condición de ``princesa´´ para ser una más del grupo.

Los niños de 5-6 años están en el camino de aprender palabras nuevas, aún así he intentado utilizar un vocabulario no muy complicado para que pudiera ser comprendido sin mucha dificultad por los niños de esta edad a la que está dirigida. Además los diálogos y las expresiones hacen más cercana y llamativa la historia.

En esta corrección he intentado ceñirme al esquema que tenía ``La princesa y los 7 bandoleros´´ adaptando un poco temas como mandar a un soldado para que despeñe a la princesa,que los bandoleros robaran o que finalmente mandaran prender a la madrastra.

En la anterior historia se desvelaba la identidad del príncipe desde un principio, cosa que en esta he ocultado hasta el final. Además los años pasan y la princesa se va enamorando poco a poco de uno de los leñadores, aspecto clave que no había señalado en la anterior adaptación.

En vez de robar como hacían los bandoleros, en este caso  los 7 hermanos que se encuentra la princesa trabajan como leñadores en el bosque para poder sobrevivir.Con ellos no sólo aprende a trabajar la madera sino que crece como persona y se enamora.

El final de la historia no sólo termina con el casamiento de la princesa con uno de los hermanos sino que la madrastra es encarcelada y no ``quemada´´cosa que me parecía bien suavizar un poco.

En líneas generales e intentado hacer una historia bonita y sin tanta ``violencia´´ que mantuviera el esquema de principio a fin y que fuera adecuada para los niños del segundo ciclo de Educación Infantil (5-6)

¡Espero haberlo conseguido!


Cambios en los personajes/escenario:

  • Pincesa Rosalinda - Príncesa Lía
  • Madrastra - Briseida
  • Rey - Leonard
  • Soldado - Sirviente Irvin
  • 7 bandoleros - 7 leñadores
  • Sierra Morena - Reino encantado

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